Es increíble lo que sucedió en nuestro país, la tormenta Noel dejo desastres innumerables a nivel económico, social y sobretodo a nivel psicológico: personas que no estaban preparadas para un desastre tan inminente y que tal vez fue producto de la desorganización que tiene nuestro país a nivel de las instituciones y autoridades.
La otra tormenta, que es tan visible como la primera, es la miseria humana que podemos percibir de aquellos que pueden ayudar y se ofertan para brindar ayuda a los damnificados, buscando protagonismos personales, queriendo resaltar ante una masa que fue golpeada y quedó sin bienes, y en muchos casos sin familiares ni amigos. La otra tormenta es la de usar la miseria para brillar, eso es una miseria misma del que lo hace.
Todo acto altruista es egoísta, pues ayudas a las personas para sentirte bien contigo mismo, eso es egoísta, el satisfacer tu propia necesidad. Muchas de esas personas están detrás de instituciones como asociaciones, y ONGs, buscando mejorar su imagen y deseando que su pasado de neblinas se aclare para poder así subir su frente en alto. De manera pues, amigos lectores, que debemos ser mas sinceros y leales con el dolor de nuestros amigos, familiares y compatriotas.
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